Una estadía incomparable. La verdad es que este hotel, aunque de una cadena, es muy criollo. El desayuno, sin igual.
¡Qué bien se come en Urrutia! Los mariscos frescos y la comida bien sazonada. Se nota la tradición.
Una de las más lindas librerías de ocasión que tiene Barquisimeto. Pequeña pero acogedora.
Las habitaciones son amplias y muy cómodas, las vistas fabulosas y el servicio muy atento.
Precio lejos del valor... No es más que una piscina con un puño de arena. Podrían mejorar tantas cosas que ni sé por dónde empezar.
Quedar una tarde, compartir una lectura... Fijarse en las guacamayas cuando vuelan a dormir. Jugar entre los chorros como un niño.
El centenario hotel Avila sigue siendo uno de los alojamientos más exclusivos de la ciudad. Las habitaciones son espectaculares, el restaurant abierto genial.
