Precios (en mezcal) elevados. No cubren el surtido (ni en mezcal ni en ron) que ponen en la carta. Música no concuerda con el concepto. Lugar regular. Nombre pretencioso (sobre todo para la zona).
El lugar es un confusión, como wanabí, como que quieren tener ambiente rockero, tener bebidas tradicionales, pero hipster y no llenan las expectativas en servicio, ni en cócteles, no lo recomiendo.
Mala calidad en servicio y comida, la mesera solo dice que es el dueño quien la prepara y las cervezas sólo las ofrecen como caguama y cuestan $100 Carta engañosa � el baño sin agua ni jabón.