Es de mis rincones favoritos de la ciudad, buenas películas y no es un lugar caro. Se disfruta muchísimo si van temprano y entre semana, cuando hay poca gente.
En la premier del documental la "revolución de los alcatraces", la directora del film contestó preguntas al público, no puede ser que ni una silla le pudieron poner, ni un micrófono que funcionara.
Me sacaron de la fila por traer un bebe. En el cine comercial me dejan entrar sin problemas y aquí ni siquiera me vendieron el boleto. Asumieron que mi bebé iba a llorar. Que injusto. No vuelvo más.
Es una estupidez que no puedas comprar con anticipación, ni por Internet. Y peor aún, que si llegas tarde el sistema elimina el evento y ya no puedes entrar.