Bastante cómodo el hotel, aunque es una pena que no puedas entrar al mar por el fuerte oleaje. Hotel ideal para parejas o con amigos, si vienen en familia, mejor buscar otro lugar.
La comida muy rica, sin embargo tardan mucho en servirla y todo se manejan con propinas, los meseros y el personal muy malinchistas, prefieren a los gringos.
El asesor de ventas Víctor Mendoza, al rechazar la oferta nos dejó con la palabra en la boca y nos acento el dinero, me da la impresión que por ser mexicanos no nos trató bien,
PÉSIMO!!!!!!! Ni una botella de agua te consiguen fuera de “horarios” la barra libre malísima!!!! Te quieren vender sus “tiempos compartidos” A FUERZA !!! Aléjense!!!!!!!